La removibilidad de nuestros adhesivos de pared depende de muchos factores. Antes de empezar a quitar las pegatinas, considera al menos lo siguiente:
- ¿Qué tan lisa es la pared? Las pegatinas adheridas a una pared ligeramente texturizada serán más fáciles de quitar en comparación con una superficie completamente lisa.
- ¿Qué tan sólida es la pintura de la pared? Las paredes más antiguas con muchas capas de pintura endurecida suelen ser más seguras que las paredes recién pintadas. Las pinturas duraderas semibrillantes o brillantes también suelen ser más seguras que las pinturas mate o sedosas más suaves.
- ¿Cuánto tiempo han estado pegadas las pegatinas? El adhesivo se endurece con el tiempo, por lo que una pegatina que ha estado pegada durante muchos años será más difícil de quitar que una recién pegada.
Una pegatina que ha estado adherida por un corto período de tiempo en una pared ligeramente texturizada suele ser muy sencilla y fácil de quitar. Sin embargo, siempre recomendamos despegar las pegatinas con el mayor cuidado y lentitud posible:
- Empieza por aflojar una esquina de la pegatina
- Despega lentamente y con cuidado de forma perpendicular a la pared
Evita tirar de la pegatina directamente hacia arriba desde la pared, ya que es más probable que se desprenda la pintura.
Usa un secador de pelo para calentar el adhesivo
Si la pared está fría al tacto o parece que las pegatinas están adheridas, usa un secador de pelo o una pistola de calor para calentar las pegatinas antes de despegarlas lentamente. El calor hace que el adhesivo sea tanto suave como elástico, facilitando mucho la eliminación.
Si la pared está limpia y las pegatinas han sido colocadas por poco tiempo, lo más probable es que puedas reutilizarlas en otra superficie.